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Componentes de una instalación solar fotovoltaica.


Elementos de una ISF De manera general, una instalación solar fotovoltaica (ISF) se ajusta a un esquema:



La célula solar: características básicas

El elemento principal de cualquier instalación de energía solar es el generador, que recibe el nombre de célula solar. Se caracteriza por convertir directamente en electricidad los fotones provenientes de la luz del sol. Su funcionamiento se basa en el efecto fotovoltaico.
Una célula solar se comporta como un diodo: la parte expuesta a la radiación solar es la N, y la parte situada en la zona de oscuridad, la P. Los terminales de conexión de la célula se hallan sobre cada una de estas partes del diodo: la cara correspondiente a la zona P se encuentra metalizada por completo (no tiene que recibir luz), mientras que en la zona N el metalizado tiene forma de peine, a fin de que la radiación solar llegue al semiconductor.



Parámetros fundamentales de la célula solar:


Ø Corriente de iluminación (IL): la corriente generada cuando incide la radiación solar sobre la célula.
Ø Corriente de oscuridad: es debida a la recombinación de los pares electrón hueco que se produce en el interior del semiconductor.
Ø Tensión de circuito abierto (VOC): la máxima tensión que se obtiene en los extremos de la célula solar, que se da cuando no está conectada a ninguna carga. Es una característica del material con el que está construida la célula.
Ø Corriente de cortocircuito (ISC): máximo valor de corriente que puede circular por la célula solar. Se da cuando sus terminales están cortocircuitados.

Cuando la célula solar es conectada a una carga, los valores de tensión e intensidad varían. Existirán dos de ellos para los cuales la potencia entregada sea máxima: Vm (tensión máxima) e Im (intensidad máxima), que siempre serán menores que VOC e ISC



El panel solar

Un panel solar o módulo fotovoltaico está formado por un conjunto de células, conectadas eléctricamente, encapsuladas, y montadas sobre una estructura de soporte o marco.

Proporciona en su salida de conexión una tensión continua, y se diseña para valores concretos de tensión (6 V, 12 V, 24 V...), que definirán la tensión a la que va a trabajar el sistema fotovoltaico.



Los tipos de paneles solares vienen dados por la tecnología de fabricación de las células y son fundamentalmente:

  • Silicio cristalino (monocristalino y multicristalino).
  • Silicio amorfo.




Potencia de la célula solar:

La potencia que proporciona una célula de tamaño estándar (digamos de 10 3 10 cm) es muy pequeña (en torno a 1 o 2 W), por lo que generalmente será necesario tener que asociar varias de ellas con el fin de proporcionar la potencia necesaria al sistema fotovoltaico de la instalación. Es de este hecho de donde surge el concepto de panel
solar o módulo fotovoltaico, cuyos elementos y características acabamos de ver.
Según la conexión eléctrica que hagamos de las células, nos podemos encontrar con diferentes posibilidades:

Ø La conexión en serie de las células permitirá aumentar la tensión final en los extremos de la célula equivalente.
Ø La conexión en serie de las células permitirá aumentar la tensión final en los extremos de la célula equivalente.


El regulador:

Para un correcto funcionamiento de la instalación, hay que instalar un sistema de regulación de carga en la unión entre los paneles solares y las baterías. Este elemento recibe el nombre de regulador y tiene como misión evitar situaciones de carga y sobre descarga de la batería, con el fin de alargar su vida útil.

El regulador trabaja por tanto en las dos zonas. En la parte relacionada con la carga, su misión es la de garantizar una carga suficiente al acumulador y evitar las situaciones de sobrecarga, y en la parte de descarga se ocupará de asegurar el suministro eléctrico diario suficiente y evitar la descarga excesiva de la batería.
Dado que los módulos solares tienen una tensión nominal mayor que la de la batería, si no existiera regulador se podrían producir sobrecargas. El motivo de que esta tensión nominal de los paneles sea así se debe fundamentalmente a dos razones:

Ø Atenuar posibles disminuciones de tensión por el aumento de la temperatura.
Ø Asegurar la carga correcta de la batería. Para ello la tensión VOC del panel deberá ser mayor que la tensión nominal de la batería.

El esquema de conexión del regulador en una instalación será el siguiente:



  
Acumuladores. Tipos de baterías:

La llegada de la energía solar a los módulos fotovoltaicos no se produce de manera uniforme, sino que presenta variaciones por diferentes motivos. Algunas de estas variaciones son predecibles, como la duración de la noche o las estaciones del año, pero existen otras muchas causas que pueden producir alteraciones de manera aleatoria en la energía recibida, como puede ocurrir con un aumento de la nubosidad en un determinado instante.
Este hecho hace necesario utilizar algún sistema de almacenamiento de energía para aquellos momentos en que la radiación recibida sobre el generador fotovoltaico no sea capaz de hacer que la instalación funcione en los valores diseñados. Para ello se utilizarán las baterías o acumuladores.

Las baterías son dispositivos capaces de transformar la energía química en eléctrica. El funcionamiento en una instalación fotovoltaica será el siguiente:


El inversor:

El inversor se encarga de convertir la corriente continua de la instalación en corriente alterna, igual a la utilizada en la red eléctrica: 220 V de valor eficaz y una frecuencia de 50 Hz.
Es un elemento imprescindible en las instalaciones conectadas a red, y estará presente en la mayoría de instalaciones autónomas, sobre todo en aquellas destinadas a la electrificación de viviendas.



En el caso de una instalación conectada a red, el esquema que se seguiría es el representado:




Como vemos, la principal diferencia entre las dos instalaciones es que en las autónomas se cuenta con los acumuladores para almacenar la energía y los reguladores de carga de los mismos, mientras que, en las instalaciones conectadas a la red, la energía no se almacena, sino que se pone a disposición de los usuarios a través de la red eléctrica según se produce. En este tipo de instalaciones existirán equipos de medida, tanto de la energía que se vende a la red eléctrica como del propio consumo de la instalación productora.
Las características deseables para un inversor DC/AC las podemos resumir de la siguiente manera:

Alta eficiencia: debe funcionar bien para un amplio rango de potencias.

Bajo consumo en vacío, es decir, cuando no hay cargas conectadas.
Alta fiabilidad: resistencia a los picos de arranque.
Protección contra cortocircuitos.
Seguridad.
Buena regulación de la tensión y frecuencia de salida, que como ya hemos comentado debe ser compatible con la red eléctrica.

Algunos inversores funcionan también como reguladores de carga de las baterías. En este caso no sería necesario incluir el regulador en la instalación.



Podemos observar el cableado, y los colores estándares utilizados en las conexiones. Así, en la parte de continua, para el polo positivo.

utilizaremos cable de color rojo, y para el negativo, cable de color negro. En la parte de alterna, tendremos tres conductores:

• El de color amarillo verde para la conexión a tierra.
• El de color azul para el neutro de la instalación.
• El de color marrón para la fase. 













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